Nace en 1901 y muere en 1989. Haciende al trono en Japón con el nombre
de Emperador Shōwa, aún cuando Hirohito fue le nombre con que se le conocería en
Occidente. Hay varios hechos curiosos en su vida por ejemplo el mismo
nacimiento, fue el primer príncipe en siglos que nace de una esposa oficial de
un emperador, fue el primer príncipe heredero en salir del país y visitar
Europa, asciende al trono en 1926 pero ya ejercía el poder como regente desde
1921, pues su padre el Emperador Taishō (nombre de pila Yoshihito) había
contraído al nacer una meningitis (dicen que por envenenamiento por plomo) y su
salud física y mental fue siempre muy delicada, para ese año ya no podía ejercer
ninguna de sus funciones y por ello Hirohito es nombrado regente, las
apariciones en público de Yoshihito fueron muy raras y hay ciertas anécdotas
sobre las mismas que hacen pensar que su salud mental estaba muy comprometida
desde mucho tiempo antes, supongo que se mantuvo en secreto hasta que su hijo
pudiera hacerse cargo del país, como en efecto así fue.
Como un dato curioso el
parecido físico entre Hirohito y Yoshihito era tal que recuerdo que cuando niño
confundí las imágenes de ellos en un documental que televisaron. Lo de la salud
mental del emperador pone en evidencia un hecho que después se recalcó, el
imperio era gobernado básicamente por la élite militar y los ministros (yo diría
que lo habían hecho con bastante acierto). Cuando asciende al poder esto se hace
más patente y yo guardo la imagen de que Hirohito fue mantenido al margen de la
toma de decisiones militares y de la militarización del país durante ese tiempo
hasta el principio y fin de la segunda guerra mundial, por lo menos se me educó
con esa idea.
Antes de continuar debo aclarar que Hirohito tenía una imagen
estereotipada de los europeos (incluidos los norteamericanos) y de los chinos,
que fue reforzada por su experiencia en Europa y por muchas verdades, como el
hecho de que en China se educara formalmente a los jóvenes con prejuicios sobre
los japoneses y los vieran como enemigos. A esto se unió la relativamente poca
información que se le dio sobre las posibilidades de ganar la guerra, en
realidad sus propios generales sabían que entre la victoria y la derrota existía
menos que un tenue hilo, que dependía si Japón podía hacerse de una fuente de
combustibles estable (en primer lugar) y de materias primas para el ejército
(como algo secundario). Contaban con el hecho de que los norteamericanos
dedicarían sus esfuerzos primero en Europa y luego en el Pacífico (lo que en
realidad ocurrió).
No contaron con que la guerra sería perdida en Europa y que
los Estados Unidos volcarían todo su poder militar en una guerra de desgaste en
el Pacífico. Para cuando esto era patente los generales estaban anuentes a pedir
la rendición del Japón con tal que el emperador no fuese depuesto y estaban a
punto de proponerlo cuando la realidad del poderío militar norteamericano les
cayó encima literalmente, los ataques atómicos a Hiroshima y Nagasaki no dejaron
lugar a tal petición y la rendición tubo que ser forzosa e incondicional.
Hirohito tomó parte activa en todo esto, pero en las condiciones que ya mencioné
y debió ser juzgado como criminal de guerra pero el general Douglas MacArtur,
conocedor de las culturas orientales, se dio cuenta (o por lo menos lo juzgó
así) que si era juzgado y condenado como tal probablemente la unidad e
integridad del Japón se vería comprometida.
En lo personal creo que MacArtur
tenía la razón y la reconstrucción de Japón podría haber sido mucho más lenta de
haberse depuesto el emperador, principalmente porque se podían prever luchas por
el poder. Muchos opinan lo contrario, incluidos los mismos hermanos de Hirohito
(claro que también hay intereses de por medio) pero la historia parece
contradecirles. Así que Hirohito fue protegido y vivió para ver la
reconstrucción de su país y no solo eso, fue el artífice de un milagro
económico, aunque sin poder político real su figura fue más que primordial para
tal recuperación, representó la figura de toda una nación que se disculpaba ante
el mundo y que se levantaba con dignidad ya no como una potencia militar, sino
como una potencia económica que lucharía por la paz.
Públicamente Hirohito mantuvo un
perfil muy bajo y fue obligado a renunciar a su dignidad divina precio por su
participación en la guerra que muchos dirán que no fue justo (por el hecho de no
ser juzgado) pero yo siempre lo miré como un prisionero en una cárcel de cristal
y en sus apariciones en público se veía un semblante triste, sin embargo
recuerdo verlo sonreír en una sola ocasión: en primavera, en la ceremonia del Hanami unos años antes de su muerte. No diré de él nada más que una cosa: no
creo que haya pasado tanto tiempo como para que la historia le de su justo
lugar. Su nombre oficial Emperador Shōwa se puede traducir como Emperador de la
Paz Ilustrada.