Isabel fue reina de Castilla, León, Sicilia y Aragón. Bajo el
título de “La Católica” reinó sobre toda la Hispania romana, aunque el título de
Rey de España lo usarán sus descendientes y sucesores. Todavía está activo el
proceso de canonización pues se le consideró una mujer extraordinariamente
devota. Ya desde niña tuvo que afrontar problemas difíciles: su padre la
compromete en matrimonio con Fernando de Aragón cuando ella contaba con tres
años y él apenas dos; su madre tiene accesos de locura y la situación política
se vuelve convulsa alrededor de ella.
A decir verdad ella fue la primogénita del
segundo matrimonio de su padre, lo cual generó los recelos de su hermanastro
Enrique el Impotente, que heredará el trono y al no poder tener hijos verá en
Isabel y su hermano Alfonso un peligro para su propia seguridad. El temor era
fundado: Alfonso intenta destronarlo y muere. Por su parte Isabel acepta el
título de Infanta (que quiere decir que es heredera al trono) tras rechazar la
propuesta de los nobles de declararla reina en lugar de Enrique. Ella
consideraba que Enrique era el legítimo rey y que aunque tenía una hija (Juana)
sabía que había dudas de que fuera hija de Enrique (recuerden “el Impotente”).
Enrique vio con muy buenos ojos a su hermanastra Isabel, y la traslada cerca de su
corte, es más, trata de buscarle un buen marido (un rey poderoso y amigo de él)
pero ella rechaza todas las alianzas propuestas por considerar que eran hombres
muy viejos para ella (su genio tenía), la única alianza que aceptó fue la
pactada por su padre, con Fernando de Aragón argumentando que de todos los
pretendientes él era el que tenía una edad apropiada para ella sin embargo
también veo en ello ya algo de amor por su futuro marido, ya que por entonces
Alfonso había adquirido fama como guerrero y un hombre justo; también se ve que
respetaba mucho a su padre en la elección de marido. Enrique no quería este
enlace, que era importante pero no veía con buenos ojos a Fernando, además era
primo de Isabel y por tanto necesitaban una dispensa del papa (que admiraba a
Isabel pero temía al rey de Francia, uno de los pretendientes).
En secreto se
casan (con fuga y todo) pues Fernando tenía una dispensa papal para casarse con
una parienta hasta de tercer grado (precisamente Isabel) que había obtenido
tiempo atrás, demasiado oportuna para muchos. A la muerte de Enrique hay una
guerra entre los partidarios de Isabel y los de Juana, que termina ganando
Isabel con la ayuda de Fernando y con algunas guerras más prácticamente toda
España es de ellos. Al caer el reino de Granada en sus manos la “reconquista” de
España termina y la historia del mundo cambia, Isabel con la ayuda de los
mercaderes que le financiaron la fuga con Fernando ya ha financiado la
expedición de Cristobal Colón, interviene en los asuntos de Fernando como reina
consorte y consejera, haciendo valer el famoso dicho “Tanto monta, monta tanto,
Isabel y Fernando”.
El papa los nombra “Los Reyes Católicos” y aunque todo
parece ir de perlas, caen una serie de desgracias: Mueren tres de sus hijos,
quedando solo Juana, un nieto y en la sobreviviente Juana empiezan a darse
signos de locura. Con todo ella lo toma como la voluntad de Dios y se organiza
para que su esposo será Regente mientras Juana es casada con Felipe el Hermoso.
Cae muy gravemente enferma y muere. El Legado de lsabel I de Castilla, Aragón,
León y Sicilia, "la Católica", no tiene más que unas cuantas semejanzas y solo en
otros reinos, tal vez solo Isabel I de Inglaterra se le puede comparar en
popularidad, energía y carácter. Solo algunas santas pueden ser comparadas con
ella en cuanto a piedad religiosa y muy pocos estadistas fueron tan sabios,
Fernando pierde a su más leal consejera y amiga.