James Maury Henson era su nombre de pila, nació en 1935 en
los Estados Unidos de Norteamérica. Sinceramente hablar de él es hablar de una
de las personas que al igual que Walt Disney dejan una estela tan positiva en el
mundo, que trasciende su propio carácter y vida. Se dice que de niño jugaba con
una media en la que metía la mano y a la que puso dos botones blancos a manera
de ojos, no se si es cierto, pero también cuentan que la media era color verde y
otros que azul.
Cuando terminaba la secundaria empieza a trabajar en programas
infantiles, guardando y manipulando muñecos. Con el tiempo le llegan a dar su
propio espacio de unos 5 minutos. Este destino, por decirlo de alguna manera, de
trabajar para niños y usar “muñecos” le va a acompañar toda la vida. Ya en la
universidad una cadena de televisión le encarga la construcción de los primeros
“muppets”; nunca confesó como inventó el nombre, pero dicen que dio una pista:
combinar las palabras marioneta (marionette) y títere (puppet). Como sea Jim
opinaba que los títeres y marionetas construidos hasta entonces era muy rígidos
y carecían de “vida”. Se propuso construirlos con materiales suaves, que se
pudieran manipular con las manos directamente y darle más realismo. Su primer
muppet estuvo ligado a él toda la vida: Kermit the Frog (La famosísima rana René o la rana
Gustavo), como nota curiosa en inglés Kermit se puede considerar una onomatopeya
del croar de una rana y en español René también podría considerarse otra, además
es como si a rana le cambiáramos las vocales, por lo que toda una vida siempre
me pareció más acertada esta traducción del nombre.
René va a simbolizar la
persona positiva y tímida que siempre lucha por conseguir lo que desea y René
siempre desea el bien de todos. Poco a poco la fama de los muppets de Jim Henson y René
adquiere fama, se asocian a un gran director, que con el tiempo ganaría su
propia fama: Frank Oz. Frank tendrá también una marioneta muy famosa: “El
maestro Yoda” que aparece en los episodios V y VI de la Guerra de las Galaxias (Star
War), otra nota, el Yoda que vemos en los episodios I,II y III es una animación
digitalizada. Por esta época una compañía de televisión le encarga todas las
marionetas que van a usar en un novedoso programa: Sesame Street (La Plaza
Sésamo). El éxito ahora es innegable y millones del niños en todo el mundo
aprenden a leer y contar conociendo los nombres de Abelardo (Caponata), Enrique
(Epi), Beto (Blas), Draco (Conde Contar), Elmo, El monstruo come galletas y
muchos más. Años más tarde, cuando Jim deja de trabajar para los productores de
Plaza Sésamo cede los derechos de sus muppets, salvo el de René que aparecerá
menos con menos frecuencia; también hay que notar que estos productores nunca
dejaron de hacerle los encargos de nuevas marionetas a Jim.
Luego Henson produce
un espectacular programa: El show de los Muppets. Estaba ambientado en un viejo
teatro de variedades donde René producía y dirigiría un espectáculo en el que
había de todo: cocina, baile, acrobacias, interpretaciones musicales, ciencia
ficción y hasta invitados especiales en cada episodio. Entre lo invitados
estuvieron actores como Silvester Stolone (Rambo), Mark Hammil (Star War),
Vincent Price (el amo del terror y cuya última actuación fue en “Edward Manos de
Tijera” como el inventor), Dom DeLuise, Julie Andrews (Mary Poppins), Peter
Sellers (La Pantera Rosa), la bellísima Raquel Welch, Roger Moore (James Bond,
007); comediantes como Bob Hope, Zero Mostel, Don Knotts; músicos entre los que
estaban Rudolf Nureyev (el bailarín ruso), Elton John, John Denver, Alice Cooper
y el inolvidable Liberace, cuyo capítulo es considerado el mejor por muchos.
Con
sinceridad me quedo corto al citar a tantos famosos que se sentían como niños
rodeados de marionetas. Nombres como Figaredo, Gonzo, Siriaco, el doctor Buncen
y su ayudante Beaker, Tadeo y Ezequiel se hicieron ampliamente reconocidos, sin
embargo nadie puede olvidar a la cerdita Piggy, eternamente enamorada de la rana
y amada por la rana, pero que nunca se declaraban su amor. Recuerdo muy bien la
escena en la que en un arranque de celos la cerdita le propina un golpe de revés
a la rana y lo siguiente que se puede ver es como la marioneta va por el aire y
choca con el telón del teatro, René se levanta y presenta el siguiente número
justo a tiempo para desmayarse. Por cierto, la cerdita tiene su encanto, durante
varios años los afiches de ella se vendían más que los de muchas actrices y
modelos famosas, fue invitada a muchos programas y entrevistada por los más
famosos presentadores. Recientemente cantó con los Jonas Brothers para mencionar
que su fama no se extingue y muchos afirman que opaca a René. Como último
detalle, la marioneta siempre ha estado a cargo de Frank Oz y es su voz (en
inglés) la que escuchamos.
Volviendo a Jim, realiza varias películas con un éxito más
que aceptable, muchos especiales para la televisión y entra en negociaciones con
la compañía Disney, que quiere producir sus películas y tener un sitio dedicado
a los Muppets en sus parques temáticos. Estas negociaciones terminan poco tiempo
después de la muerte Henson a raíz de una pulmonía muy agresiva, a la no le dio
importancia y sus médicos no supieron diagnosticar a tiempo (y no sería raro que
fuera por lo bago de la información que él les suministró). A su petición, en el
funeral nadie fue vestido de negro y se realizó como si se tratara de una fiesta
con todo y banda de jazz. Un detalle hermoso que leí y que no se menciona es que
los dibujantes de Disney enviaron una tarjeta, a nombre de toda la compañía, que
no decía nada, solo se podía observar a dos figuras de espaldas que observaban
un atardecer; una era una rana y la otra un ratón que posaba su mano sobre el
hombro de la rana.
Solo me queda decir a manera de resumen que la vida de Jim
Henson iluminó la mente de niños y adultos, gracias a él millones aprenden a
leer, escribir y contar de manera entretenida, vimos cuentos infantiles (sin el
dulce que Disney acostumbra y que a veces es algo empalagoso) o centuriones
romanos, dragones napoleónicos, indios, vaqueros, soldados de la guerra civíl
norteamericana y hasta tropas de la primera y segunda guerras mundiales en un
solo campo de batalla, haciendo pedazos la Convención de Ginebra mientra
cantaban “¿Por qué no podemos ser amigos?”. Jim Henson es una de las 100
personas más influyentes del Siglo XX según la revista Times.