Grigori Yefímovich Rasputín fue un personaje muy famoso
durante la caída del régimen zarista a principios del siglo XX. Nace allá por
1869 en Siberia cerca de la frontera de lo que hoy se llama Kasajistán. La vida
en la Siberia del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX era muy cruel y casi
todo el mundo vivía en pobreza. Los que tenían dinero era porque estaban
relacionados con la nobleza y solía tratarse de funcionarios muy corruptos,
todas las riquezas de Siberia pertenecían al Zar o a los nobles.
De joven Rasputín no tuvo remedio y se dedicó a robar. Luego
lo dejó todo para unirse a un
monasterio, según se dice que fue allí a manera de penitencia y estuvo
escasamente unos tres meses, tuvo una visión y se unió a un secta llamada los
Flagelantes. Según ellos para alcanzar la salvación uno debe conocer el pecado.
De esta manera participaban en orgías y otras formas de vida licenciosa. Aunque
ustedes no me lo crean así y todo empezó a tener fama de taumaturgo (hacedor de
milagros). Luego de separarse de la secta y de vivir un tiempo casado salió para
Grecia y Tierra Santa como un monje peregrino, allí vivió de lo que la buenas
personas le regalaban por sus milagros, predicas y visiones.
Nadie ha podido
explicar cómo llevando una vida tan licenciosa se le consideraba un “santo
hombre de Dios”, claro que Rasputín trataba de hacer entender esto a todos y
aunque muchos eran escépticos un gran número de personas creían en él. La
cuestión es que a su llegada a San Petersburgo fue recibo como un hombre santo.
Aquí empieza toda una leyenda: el Zar Nicolás trata de modernizar a Rusia, cosa
que el pueblo ve con buenos ojos y que lo enfrenta con la nobleza pero para
realizar las reformas necesita precisamente de la ayuda de la misma nobleza, por
tanto está en una encrucijada por demás peligrosa, además su único hijo varón,
el zarievich Alexis, es hemofílico y con cada ataque su vida corre peligro.
Para
decirlo claro: la constitución rusa solo permite la ascendencia al trono de un
hijo varón, si el zarievich llegara a morir dejaría un “hueco de poder” muy
peligroso para el resto de la familia real. La Zarina Alexandra oye hablar de
Rasputín y lo invita a pasar unos días con ellos y presencia una curación
milagrosa, el zarievich se accidenta y el vidente lo sana. Explicaré que la
hemofilia es la incapacidad de coagular la sangre y que es hereditaria (como
dato interesante la Zarina es nieta de la reina Victoria de Inglaterra y muchos
de los descendientes de esta gran dama padecieron la enfermedad porque ella la
portaba, entonces el zarievich había heredado ese mal de su madre). Pero el
factor coagulante de la sangre que falta en los hemofílicos no es la única
manera de hacer coagular la sangre, se puede hacer eso contrayendo con fuerza
los músculos cercanos a las zonas dañadas y al parecer Rasputín lograba que el
niño sanara por este medio, poniéndole tenso, según afirman los entendidos, a
través de un trance hipnótico.
Alexandra se convierte en una devota de Rasputín
y a penas si se separa de él. Nicolás lo convierte en su consejero a instancias
de su esposa y “el monje loco”, como lo llamaban sus enemigos, adquirió un poder
que muchos envidiaban. Muchos dicen que el Zar no confiaba en los consejos de
Rasputín pero si vemos las decisiones tomadas por esa época son fruto del
sentido común y muy sensatas, cosa que el mismo Zar reconocía. Por otro lado el
Zar comete el error de participar en la primera guerra mundial. A pesar que
tenía lazos familiares con el Káiser Guillermo y que Rusia no estaba preparada
para ello tuvo que declarar la guerra a Alemania pues tenía un tratado con los
servios que tenía que respetar.
Mientras que el Zar se encontraba en el frente,
dirigiendo al ejército, un general y un primo del Zar invitan a una cena a Rasputín y le dan pasteles envenenados con cianuro, para su sorpresa Rasputín
parece inmune al veneno y entonces el primo del Zar le dispara en el pecho
(algunas versiones dicen que varias veces) y al verlo caminar todavía le asesta
un golpe en la cabeza con un bastón cuyo puño era de plomo. Dándolo por muerto
lo arrojan atado en la frías aguas del río Neva, más tarde las buenas personas
de la rivera rescatan el cadáver y en la autopsia se encuentra agua en sus
pulmones, había muerto ahogado. Se dice que había predicho que en su muerte
participaría un pariente del Zar y que de la familia real no quedaría nadie vivo
dos años después de su muerte. Desdichadamente fue literalmente cierto.
El papel
de Rasputín en la cultura popular es muy conocido e innegable, comediantes hacen
burla de él, grandes actores lo han interpretado en películas y ni que decir de
los muchos autores que han hecho ensayos y libros. Unos ven un villano otros un
vidente. En lo personal creo en la sabiduría popular: “de sabio, poeta, músico y
loco: todos tenemos un poco”. Creo que tenía en realidad buenas intenciones y
que si bien se puede dudar de su “santidad” su don de predecir cosas era muy
acertado.