Su nombre completo era Walter Elias Disney, el diminutivo de
“Walt” se lo dieron en su familia cuando niño y los amigos lo llamaban así, al
crear la corporación le pareció que era mejor que llevara el diminutivo, no solo
por el hecho de que era más conocido así sino porque el “Walter” le parecía más
formal y quería que las familias (a quienes iba dirigido su trabajo) lo vieran
como una persona cercana, como uno de la familia, algo así como un “tío Walt”.
Walt Disney nace con el siglo XX y los primeros años de su vida los pasó en una granja que
su padre trabajaba con sus hermanos mayores. Los recuerda como los más felices
de su vida, pues junto con su hermana pasaban el tiempo jugando en el campo,
eran los menores y que no tenían que realizar el rudo trabajo de la granja,
luego él dirá que es así como nace su amor por la naturaleza y por los dibujos.
Sin embargo la situación económica agravada por una enfermedad de su padre hace
que tengan que vender la finca y mudarse a la ciudad. Fueron los tiempos duros
de la Primera Guerra Mundial, por cierto, quiso enlistarse para participar, pero
no contaba con la edad y por ello falsificó su acta de nacimiento, en cierto
sentido tuvo suerte ya que cuando acaba su entrenamiento la guerra había
terminado.
Al regresar a su hogar empieza a trabajar haciendo anuncios
publicitarios para un periódico, gracias a su habilidad como dibujante, es allí
que conoce a su gran amigo y socio Ubbe Ert Iwwerks (conocido como Ubbe Iwerks),
un dibujante mucho más habilidoso y de gran ingenio, entre ambos se independizan
y fundan una compañía que tuvo poco éxito, lo que los obliga a trabajar para
terceros con salarios muy bajos. Sin embargo así entra en contacto con las
técnicas de animación tan rudimentarias de la época, investiga sobre como
mejorarlas y cuando tiene suficiente experiencia intenta independizarse
nuevamente fundando una compañía nueva, en la Ubbe ya no es socio y es empleado
junto a una gran grupo de animadores que adquiría renombre con el tiempo. Lo que
hacen es básicamente hacer películas cortas (cortometrajes) animadas sobre
cuentos infantiles que alcanzaron gran fama, pero que no dieron grandes
ganancias.
Nuevamente quiebra y parte a Hollywood con la esperanza de que la
experiencia que tiene en dirección le permita dirigir alguna película. Walt
Disney llevaba
consigo una película sin terminar, mitad animación mitad acción real: Alicia en
el País de las Maravillas. Nuevas dificultades le hacen cambiar de propósito y
vuelve a intentar nuevamente con la animación. “Alicia en el País de las
Maravillas” llama la atención de una productora que le consigue un contrato para
realizar nuevas animaciones. Con la administración de su hermano crea la Disney
Brothers' Studio que luego es convierte en The Walt Disney Company. Por encargo
crea su primer gran personaje de cortometrajes: “Oswald el conejo afortunado” un
pillo con la suerte de que todo le sale bien, años más tarde este personaje
inspirará al famoso “Bugs Bunny” de la Warner Bros., aún cuando sus creadores
cuentan otra historia. El éxito del personaje fue casi instantáneo. Para Walt lo
de Oswald se convierte en una salvación y un calvario, ahora puede recontratar a
las personas que le habían ayudado antes y pagarles mejor, pero los estudios
Universal le exigen que trabaje por menos dinero y al no conseguirlo, contratan
a varios de sus empleados y le encargan al genial Walter Lantz los cortos de
Oswald, pues eran los dueños de los derechos del personaje, por cierto años más
tarde, cuando se independiza, Lantz también tendrá su propio personaje pícaro:
“Woody Woodpecker” (en español es llamado “Loquillo” o “Pájaro Loco”).
Esto no
le quita la iniciativa a Disney y junto Ubbe Iwerks crean un nuevo personaje:
Mickey Mouse (el ratón Miguelito, como en un principio se tradujo, pero Disney
luego se opuso a que tradujeran el nombre con mucho acierto). El éxito de Mickey
fue arrollador, aunque estéticamente se parecía a Oswald, su carácter era
totalmente el opuesto, era el tipo bonachón que se esforzaba para que las cosas
salieran bien y que nunca se negaba a dar la mano, saliendo todo bien, sea por
suerte, por esfuerzo personal o solidario. Por cierto su nombre original era
Mortimer, pero su esposa lo convence de llamarlo Mickey y Mortimer será un amigo
de Mickey vivaracho y timador (que nos hace recordar más a Oswald) pero al que
no le salen bien las cosas.
Con Mickey nace la empresa de Disney tal como la
entendemos hoy, las personas querían fotografías con su autógrafo (el del
ratón), los platos tenían escenas de sus cortos y mil productos “Disney” inundaron
el mercado. Pero para Walt, que ya de por sí tenía un sitio en la historia, esto
no era lo suficiente. Se embarca en un proyecto que se pensó era una locura: un
largometraje animado. El proyecto tardó más de dos años en llevarse a cabo,
costó seis veces más de lo presupuestado pero es el clásico de la animación más
conocido: Blanca Nieves y los siete enanos. Recaudó doce veces su costo en el
estreno, los esfuerzos, la muy costosa cámara que permitía tomar fotografías en
varios plano, dando profundidad a la animación, el estudio detallado del
movimiento anatómico y mecánico (que hoy día en parte se ha perdido), las nuevas
técnicas de dibujo y entintado, en fin todo valió la pena. Le vale un premio
Oscar honorario, que en esta ocasión fue especial la estatuilla iba acompañada
por siete miniaturas replicas de la original.
Produce a continuación dos
películas más: Pinocho y Fantasía, que tienen un éxito algo frío, Pinocho le
vale dos premios Oscar, uno a la banda sonora y otro a la canción “When You Wish
Upon a Star”, esta canción se convierte en el himno de la empresa. No todo es de
color rosa para el buen Walt, sus animadores encabezan una huelga de empleados
que querían más beneficios. Esto le molestó por muchas razones, entre otras,
porque él sentía que la empresa era una familia y la huelga era como una
traición a ese concepto, además su reputación de persona paternal y comprometido
con la familia se veía muy afectada al fallar este concepto y por último, mas no
menos importante, no contaba con los recursos para satisfacer las demandas, se
había comprometido con varios proyectos de gran envergadura, que a la larga
hubieran significado beneficios aún mejores, pero el sindicato no quiso
escucharlo.
En cierta manera tenían razón, pues los proyectos podrían fracasar
dejándolos en la calle, claro que el que tenía la razón era Walt y el tiempo se
la daría. La huelga termina con ciertos acuerdos intermedios, pero Walt no
olvidó la herida y en cuanto pudo (cuando la ley lo permitió) despidió a todos
los que ya no habían renunciado para entonces, pues con sinceridad les hizo el
ambiente lo más hostil que pudo (siempre dentro de la ley). Durante la Segunda
Guerra Mundial colaboró muy activamente con el gobierno produciendo
cortometrajes y documentales informativos tanto de corte civil como militar. En
los tiempos posteriores a la guerra, se diversifica para satisfacer las demandas
del público, realiza los primeros documentales sobre la naturaleza y le valen
una cantidad increíble de premios, por esta época en cuando concibe la idea de
crear un parque para que sus empleados y familias tengan un lugar para
descansar, sin embargo el proyecto no lo concreta si no es después de unos 20
años.
Para él su mejor película sería “Mary Poppins”, la que ha sido más
nominada por la Academia (trece Oscar) y la que más ha ganado premios (cinco
Oscar). Para decir verdad, él mencionaba a la “Cenicienta” como la que más le
gustaba, pero el trabajo impecable realizado por Julie Andrews (ganadora del
Oscar como mejor actriz) y de Dick Van Dyke en “Mary Poppins” le hacían dudar,
por lo que discretamente salía al paso diciendo que la primera era la mejor y la
segunda su favorita. Walt es nombrado embajador de buena voluntad por las
Naciones Unidas y Mickey es el primer colaborador de ese programa. Al momento de
morir, a los 65 años, de un cáncer de pulmón, el nombre de Walt Disney es
sinónimo de innovación, de arte, de valores familiares, del cine animado y
diversión sana. Es uno de esos hombres que dejan un legado casi enteramente
positivo, claro con el sello propio de su generación y una empresa que siempre
ha tratado de honrarlo.