Los Incas comenzaron como un pueblo de unas quinientas personas se asentó en lo que
conocemos hoy con el nombre de “Valle del Cuzco” en el Perú. Estaba formado por varias etnias
que se reúnen y algunas leyendas tratan de explicar el por qué pero a ciencia
cierta nadie lo sabe. Lo que tienen en común las leyendas es contar la historia
de un pueblo que nace de la unión de personas desposeídas atraídas por una
pareja de “hijos del sol” que son hermanos y esposos.
Con los Incas fueron expandiendo sus territorios por medio de guerras bastante cruentas y en
algunos casos por alianzas. Entre el siglo XI en que su primer soberano, Manco
Cápac, funda Cuzco y el siglo XVI, cuando los españoles llegan a estas tierras,
su imperio llegaba desde el sur de Colombia siguiendo la costa del Pacífico
hasta prácticamente todo Chile. El término “inca” viene del quechua y no tiene
una traducción única, las más comunes son “príncipe” o “rey”, aún cuando se
suele usar el término para referirse a cualquier ciudadano del imperio el título
de “El Inca” solo podía aplicarse al emperador.
En lo mejor de su esplendor
los Incas llamaban a sus dominios como “Tahuantinsuyu” que traduciríamos como “las cuatro
partes del mundo” o de forma más coloquial “los cuatro costados del mundo” dando
a entender que abarcaban todo lo conocido. Su gobierno era eminentemente
militar, con una excelente administración y sencilla organización social: la
realeza compuesta por El Inca, su esposa y el heredero; la nobleza que incluía a
los demás parientes del emperador y personas importantes como los sacerdotes;
luego estaban el pueblo, los servidores del imperio y los esclavos.
La economía
de los Incas se basaba en el intercambio de productos. En cuanto a la agricultura sobresalen
las técnicas que permiten abonar sin dañar el ambiente utilizando guano o
pequeños peces. Además los surcos llenos de agua entre parcelas podrían
considerarse precedentes de las técnicas hidropónicas pues cumplen la misma
finalidad: crear un microclima que atenúe las inclemencias del tiempo y
disminuya la acción de las plagas. Sus avances en ésta son tan notables como en
las matemáticas y el lenguaje con un gigantesco inconveniente: realizaban sus
anotaciones en quipus, cuerdas de colores sobre las que hacían nudos a manera un
lenguaje, pero que muchos interpretan más como un recurso memorístico.
Lo
perecedero de las fibras con que los quipus fueron hechos hizo que la mayor
parte de la historia escrita se perdiera con la salvedad de lo rescatado por
algunos historiadores de la época. En la construcción de los Incas sobresale la yuxtaposición
de rocas, con esta técnica lograron dar término a ciudades enteras disponiendo
de las piedras casi sin labrar economizando materiales y esfuerzo con tal fineza
que hoy día no se podría hacer pasar una hoja de papel entre dos rocas a pesar
de los siclos que han transcurrido. En la metalurgia diríamos que los Incas estaban en el
equivalente de la edad del bronce aún cuando ya conocían el hierro, el cual
usaban más bien como joya o adorno. Fue una gran civilización, organizada y
esplendorosa que si no fuera por la guerra civil en estaba a los españoles les
hubiera costado mucho conquistarla.